Cada pensamiento tuyo tiene para ti un valor literal en todos los aspectos. La fortaleza de tu cuerpo y la de tu mente, tu éxito en la vida y el placer que produzca a los demás tu compañía, dependen de la naturaleza y calidad de tus pensamientos. Debes conocer las culturas del pensamiento, que es una ciencia exacta.
El hombre es creado por el pensamiento. En lo que el hombre piensa, en ello se convierte. Piensa que eres fuerte, y fuerte te volverás. Piensa que eres débil y te volverás débil. Piensa que eres necio y te convertirás en necio. El hombre forma su propio carácter, convirtiéndose en lo que piensa. Si meditas sobre el coraje, instaurarás éste en tu carácter. E igual ocurre con la pureza, la paciencia, el no-egoísmo y el autocontrol. Si piensas noblemente, construirás para ti gradualmente un carácter noble. Pero si piensas de una forma baja, formarás un carácter mezquino. Puedes construir tu carácter igual que un albañil construye un muro obrando con y por medio de la ley.
La mente tiene un gran poder de atracción. Estás continuamente atrayendo hacia ti, tanto el lado visible como el invisible de las fuerzas vitales, pensamientos, influencias y condiciones similares a las de tus propios pensamientos. Lleva contigo cualquier tipo de pensamiento que te guste y, en tanto que lo retengas, no importa que vayas de un lado para otro por mar o por tierra, atraerás incesantemente hacia ti, advirtiéndolo o no, exacta y únicamente lo que corresponda a la cualidad predominante en tu propio pensamiento.
Un buen pensamiento es triplemente beneficioso. Primero beneficia a quien lo piensa, mejorando su cuerpo mental. En segundo lugar, beneficia a la persona en la cual se piensa. Y, finalmente, beneficia a toda la humanidad, mejorando la atmósfera mental general.
Por el contrario, un pensamiento negativo es triplemente perjudicial. En primer lugar, daña a quien lo piensa, dañando su cuerpo mental. En segundo lugar, daña a la persona que es su objetivo. Y, por último, daña a toda la humanidad, viciando toda la atmósfera mental.
Los pensamientos llevan a la acción. Los malos pensamientos producen malas acciones. Los buenos pensamientos generan buenas acciones. Los pensamientos son fuente de todas las acciones. El pensamiento es el verdadero Karma. Pensar constituye la verdadera acción. Si puedes desarraigar todos los malos pensamientos desde el principio, no cometerás ninguna acción reprobable. Si puedes cortarlos en cuanto broten, te librarás de las desgracias y aflicciones de este mundo. Observa tus pensamientos con vigilancia e introspección.